Mucho más que campañas

Por Connie Hunter
05 de Febrero de 2017

Las campañas de comunicación tienen la finalidad de crear consciencia y, en algunos casos, invitar a la acción para resolver el problema que se esté cuestionando. Para combatir el cyberbullying, por ejemplo, constantemente aparecen campañas que hacen su mejor esfuerzo y con su creatividad logran poner el tema en la palestra por un tiempo y mostrar soluciones posibles.

Tanto marcas comerciales como ONG se han unido a la misma causa a través de campañas digitales. A inicios del año 2016, Android publicó el spot Piedra, papel y tijera con el lema “Be together. Not the same”. En noviembre pasado, Unicef Argentina junto al Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (Inadi), lanzó otra campaña con el lema “Si discrimina #NoDaCompartir”, luego de detectar que el cyberbullying es la experiencia online que más sufren los adolescentes en Argentina. Lo interesante de esta última campaña fue que tenía una propuesta clara: que no se compartan contenidos discriminatorios, violentos o con mensajes negativos. De esa manera se cortaba la cadena infinita de envíos y reenvíos.

Para la doctora en jurisprudencia Pilar Estarellas, las campañas son necesarias para crear consciencia, pero las leyes son imprescindibles para detener estos comportamientos. “Es importante legislar. Existe una libertad social que está transgrediendo la intimidad y más que con campañas, es con leyes como se puede detener esto”. Como explica la doctora Estarellas, la sociedad evolucionó y se crearon nuevos frentes en los que se puede ocasionar un delito o una contravención.

En Ecuador, el COIP (Código Orgánico Integral Penal) sanciona los delitos informáticos, “cuyos actos se comenten con el uso de tecnología para violentar la confidencialidad y la disponibilidad de datos personales. Estos actos que se registran a través de internet son fraude, robo, falsificaciones, suplantación de identidad, espionaje, clonación de tarjetas de crédito, entre otros”, como describe la fiscalía ecuatoriana en su sitio web. Pero esta ley no aborda otros problemas que se han presentado en los últimos tiempos a través de internet.

“Si alguien te filma o fotografía y difunde tus imágenes sin tu consentimiento, hay una violación a tu intimidad. Si veo a alguien y la filmo para ridiculizarla, debo entender que eso debe traer consecuencias”, asegura la doctora Estarellas.

Hacer un programa de capacitación para los padres, para los colegios y para la ciudadanía en general sobre los límites que debemos contemplar en las redes sociales, se vuelve cada vez más necesario. “No existe una tipificación específica del cyberbullying. Lo que actualmente se hace es adecuarlo a un tipo penal existente”.

Para la doctora Estarellas, una persona que sea víctima del abuso de libertad del otro de poner lo que sea en las redes sociales, no debe ser tolerado. “El Estado debe de luchar por la convivencia pacífica, porque exista un acuerdo entre la ley y el convivir social, buscar un medio por el cual se evite. Las campañas no van a terminar la agresión si no hay leyes”.

Esperar a situaciones extremas para tomar medidas no es lo más recomendable, como tampoco lo es seguir considerando que la burla es una forma sana de entretenimiento. (O)

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