Futuro hacia abajo

17 de Diciembre de 2017
  • La parada Croix-Rouge es parte de 34 sitios que el ayuntamiento parisino dispuso para su intervención.
  • Las estaciones Champ de Mars y Saint-Martin también son las más importantes en París.
  • El estudio de arquitectos OXO reimaginó en el 2014 como bares y auditorios de teatro, entre otros usos.

París tantea su desarrollo inmobiliario en puntos subterráneos abandonados.

¿Parte del futuro de las ciudades estará debajo de sus calles? Es la hipótesis que intenta averiguar el Municipio de París, el cual lanzó este año la segunda fase de su proyecto Reinventando París. Ese esquema busca que las estaciones de metro abandonadas de la llamada Ciudad de la luz resurjan como espacios económicos, culturales y sociales.

“Es una llamada a desarrollos urbanos innovadores que transformen las áreas subterráneas y revelar todo su potencial”, explica la web de esa campaña, denominada Reinventer Paris y liderada por su alcaldesa, Anne Hidalgo. En los últimos años varias ideas brotaron para dotarlas de nuevos usos, incluyendo una piscina pública, bares, discotecas, auditorios de teatro, parques. Ninguno de esas propuestas se concretaron, pero su inspiración revive en este nuevo esfuerzo.

Tres de esas famosas paradas aparecen en el listado de los 34 sitios que el ayuntamiento parisino dispone para ser intervenido. Se tratan de las Champ de Mars, Croix-Rouge y Saint-Martin. Además de las estaciones, se incluyen parqueos y garajes en desuso, túneles, atajos y bóvedas. En total, las superficies suman alrededor de 150.000 metros cuadrados.

Emblemáticas ‘stations fantômes’

Esas paradas también son conocidas como estaciones ‘fantasmas’ porque funcionaban en el sistema del metro de París hace más de siete décadas, aproximadamente, hasta que fueron cerradas con candado y prohibido el paso, lo cual las vuelve aún más enigmáticas. Algunas fueron reemplazadas por nuevas plataformas, otras nunca abrieron al público. La mayoría fueron clausuradas en 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y desde ese día no han sido visitadas.

La Saint-Martin trascendió en 1932 cuando una nueva línea se conectó a ella, siendo inaugurada en presencia de Fulgence Bienvenüe, el padre del sistema subterráneo de París. Cerró al considerarse que era muy cercana a otras estaciones, durante un periodo fue empleada como refugio para mendigos. Champ de Mars, cerca de la torre Eiffel, fue declarada innecesaria y la Croix Rouge, en cambio, fue abandonada a favor de otras rutas.

Recorrer estos sectores no es recomendado, e incluso se considera ilegal, pero algunos se abren en días cívicos (journées du patrimoine) en un ejercicio por apropiarse del espacio público.

Es más, un movimiento social llamado Somos el oráculo (We Are the Oracle, WATO), dedicado a oficiar a cenas y bailes de antifaces en sedes clandestinas, como castillos en ruinas, catacumbas y en vías de tren desiertas, ha empezado a colonizar los ambientes bajo tierra en la capital francesa, potenciando sin duda el atractivo de esos sitios ‘fantasmales’.

“Estos espacios no utilizados y atípicos son increíblemente ricos, y no podemos descuidarlos”, agrega Hidalgo. “París nunca será una ciudad terminada. Ya no escucho comentarios fatalistas consideran a París como una ciudad museo que se está quedando dormida. París es una ciudad que puede imaginar su futuro sin negar su historia”.

El vicealcalde Jean-Louis Missika aclara que, no obstante, los proyectos deben cumplir ciertas restricciones. “No todo es posible, hay áreas subterráneas que facilitan el funcionamiento del transporte, drenaje y sistemas de calefacción”. Hasta el 15 de noviembre, arquitectos y gestores urbanos de todo el mundo podían presentar sus bocetos. Recién en noviembre del siguiente año París dará a conocer los nuevos sueños para sus subsuelos.

Diversión atípica

A pesar de la ilegalidad de las actividades de WATO, ha disfrutado de apoyo público. Frédéric Hocquart, consejero del ayuntamiento, cree que la ciudad necesita “una oferta atípica interesante” en la vida nocturna para hacer París más atractivo.
 

Eterna ciudad museo

“Estos espacios no utilizados y atípicos son increíblemente ricos, y no podemos descuidarlos”, dijo Anne Hidalgo. “París nunca será una ciudad terminada... puede imaginar su futuro sin negar su historia”. En la foto: otra propuesta de OXO.
 

Fuentes: City Metric, The Guardian, Wired

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