El exterior del interiorista

30 de Octubre de 2016
Texto y fotos: Mauricio Torres

Días atrás me encontré en un evento a Ricky, quien tenía el pelo rosado y, dentro de toda la gente ahí reunida, él resaltaba por ese look relajado, casi playero, noventoso. ¡Pega, pega!

Ricky Luque, Edad desconocida, Diseñador de Interiores

¿Qué onda con tu exteriorísima facha?
Es una expresión de mi interiorismo facha.

¿Tu interior es floreado, en bermudas y rosado?
Mi interior siempre está en constante cambio. Nunca me vas a ver igual. ¡Soy la Madonna del pueblo!

¿La Madonna como la cantante o como la Virgen?
La cantante, pues, hermanito.

Pensé que era como cuando gritan “¡per la madonna!”. Pensé que te aclamaban.

No es que me aburro, sino que me gusta estar siempre cambiando.

Esa camisa está chévere. Me gustan así. Me obligan a vestirme más formal, ‘acorde a mi edad’.
Si yo me vistiera acorde así...

¿De jean y camiseta?
No, una época usé demasiado jean, casi como uniforme, ahora ya me cansé. Uso bastante bermudas por el calor de Guayaquil.

¡Amén! Soy el Abdón Calderón de los bermudas. Mártir de la causa.
Igual, lo turqueo con jackets, zapatos elegantitos, pero se ve cool.

¿Sabes quién es Charlie Harper? El de Two and a Half Men. Se viste parecido.
Sí, solo que Charlie no es santo de mi devoción.

¿Qué haces como interiorista?
Trato de interpretar el espíritu del cliente y llevarlo a un espacio más grande.

Es una forma muy interesante de plantearlo.
Empujarlo fuera de su zona de confort.

¿Tú los empujas a que hagan cosas que normalmente no van dentro del molde o solo agachas cabeza?
No creo en las decoraciones homogéneas. No existe una persona igual a la otra. Cada casa es una expresión, como la ropa, y por eso debe ser diferente. Siempre vas a nutrirte de la información de tu cliente, lo que a ellos les gusta y tú harás eso. Pero como eres profesional, es como ir a la peluquería y le dices al peluquero lo que quieres y él te responde “ok, pero hagamos un chance de esto también”.

Mala analogía. Cada vez que voy a una peluquería pido algo y me hacen otra cosa.
Entonces no es lo mismo que el interiorismo. Pero bueno, te manejas dentro de ciertos cánones de la necesidad del cliente y luego los llevas, no los empujas, a abrir la mente viendo opciones más jugadas de lo que ellos pensaban.

Dale, viendo mi exterior, dime al vuelo, cómo sería el interior de mi casa. Tienes diez segundos.
Industrial, con un camping edge. Tendrías muchos libros.

¡Tengo muchos libros!
No sería nada clásico, cero trip elegante. Algo más relajado, como una casa de playa en la ciudad.

Ok, te contrato. (I)

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