Graduación para ellas
He recibido un tirón de orejas. Las comunicaciones fueron inmediatas, propias del ímpetu juvenil llegaron cargadas de reclamos en mi tema ‘Fiesta de graduación’. Confieso que me sentí como una gata en la nieve. Supongo que así se sentirán los pobres felinos, de sangre caliente, en esas gélidas temperaturas.
Los reclamos fueron todos iguales: “¿Por qué solamente se dirigió a ellos?”. A todas respondí lo mismo: Contesté la carta de un lector. Pero para que haya equidad, aquí algunas sugerencias para ellas, las bellas…
• Recordar que hay un número limitado de invitaciones, tanto para la ceremonia como para la fiesta.
• Siempre tendrán primacía los padres, abuelos, hermanos, tíos y padrinos (bautizo, confirmación o de primera comunión). Para decidir a quién se invita hay que conversarlo con los papás.
• Considerando que es un acto formal, los invitados a cualesquiera de las dos reuniones deben ser participados con la debida antelación, esto es, por lo menos tres semanas y no por “mensajito”.
• Si vienen desde otra ciudad y no se los puede recibir en la casa, es de buena educación conseguirles ubicación en un hotel cercano, además de gestionar un descuento como los que se otorgan a los grupos de turistas. Lo ideal sería que se hospedaran en el mismo hotel donde se efectúa la fiesta de graduación.
• Respetar el orden en el que se otorgan premios y otros reconocimientos. La decisión es de las autoridades del plantel y en la fiesta, generalmente del comité de padres de familia.
• Si se entonan las sagradas notas del himno nacional o se participa de una misa, los graduados deben quitarse el birrete.
• Considerando que se seleccionan trajes, zapatos, maquillaje y peinados distintos, tanto para la ceremonia como para la fiesta de graduación, hay que cuidar el presupuesto, sobre todo si se termina en “piscinazo”.
• Si no es traje de gala, el alto del vestido de graduación debe estar “a media pierna”, como decían las abuelas. O sea, entre el tobillo y la rodilla. Recuerden que es una ceremonia formal.
• No hay lugar para minifaldas ni escotes pronunciados.
• Tampoco se deben usar tacos de nueve puntos, como los que se ven en las pasarelas. El calzado debe ser cómodo y acorde con la formalidad del momento.
• Antes de tomarse fotos, dejar a un lado vasos y copas.
• ¿Invitar al novio? Él debe saber que cada tique de ingreso tiene un costo. Avisarle con tiempo.
Aunque finaliza un ciclo, cada día obtenemos herramientas que nos permiten ser mejores; es bueno recordar que cada situación es única y que continuamos con nuestro proceso de formación.
