What’s up’

Por Mariquita Noboa
28 de Febrero de 2016

Desde el tiempo de las señales de humo al what’s up (‘qué hay’ en español) han pasado miles de años. La necesidad de comunicarse entre los humanos es evidente porque somos seres sociales. La realidad es ineludible: la comunicación es vital y por eso el what’s up es ahora el WhatsApp, herramienta electrónica que se ha convertido en “el pan nuestro de cada día”. Pero así como hay quienes no dan un paso si no tienen a la mano su smartphone, o sea, su teléfono archiinteligente, así también hay quienes quieren vivir la paz de no escuchar cada veinte segundos el interminable y desquiciante sonido de alerta.

WhatsApp es la más democrática de las aplicaciones, está en todo el planeta y no tiene distingos de raza, edad ni condición.

¿Qué es lo que caracteriza al WhatsApp? La inmediatez, la velocidad del mensaje allende la distancia; por eso es necesario escribir apropiada y correctamente.

Nunca pida una cita para un nuevo empleo por esta vía.

Si está por estrenar un cargo con mayor responsabilidad, le recuerdo que el WhatsApp no tiene soporte para la seriedad empresarial. Es una vía de comunicación complementaria, pero no tiene la solvencia necesaria para negocios o finanzas. En el mundo de hoy sabemos que todo lo concerniente a estos temas debe estar plenamente respaldado.

La foto fashion o después de pasar por el quirófano virtual puede servir para el chat con los primos, la familia o los amigos, pero nunca para la relación profesional.

Si llega Andrés, la visita de cada mes, no hay que comunicárselo a todos los contactos. Esto es un asunto personalísimo que solo debe ser comentado con tu mamá o con el ginecólogo.

Si se va a dedicar a “wasapear”, que sea con un tema constructivo. Nada de cadenas de oración ni rezarle a santa Filomena, patrona de las causas desesperadas. Ninguna de estas gotitas de fe está avalada por la Iglesia.

No desperdicie ni un segundo de su tiempo para desprestigiar a nadie. Cuidado si es en el colegio, es muy fácil detectar el punto de origen.

Si usted se acostumbró al horario de un pájaro madrugador o pertenece al club de las lechuzas trasnochadoras, recuerde que sus contactos del chat no siempre están listos a las cinco y media de la mañana para recibir sus “buenos días”.

¿Esclavo del WhatsApp? ¡Que Dios no lo permita! (O)

mtnoboa@hotmail.com

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